- Me pregunto si pensamos que amamos a alguien simplemente porque eso resulta socialmente más aceptable que reconocer que simplemente lo deseamos.
- Me pregunto si se puede desear lo que se conoce, o si por el contrario, toda certidumbre matan la atracción.
- Me pregunto si se desea una persona completa o simplemente hay gestos, acciones o situaciones estéticas que actúan como detonantes.
- Me pregunto que tiene que ver la posesión con el deseo. Y si desearemos más lo que no tenemos o lo que se fue de nuestras vidas.
- Me pregunto si el deseo es una reacción química que necesariamente afecta a ambas partes.
- Me pregunto si es posible estudiar sistématicamente la geografía erótica de una persona, hasta llegar al punto de conocer y predecir el alcance de cada estímulo, y luego combinarlos y armonizarlos en la misma forma en que un músico compone una infinita cantidad de piezas a partir de un repertorio limitado de notas.
- Me pregunto si el sexo con alguien que aprecias y confías puede ser igual de intenso que ese que creemos puede nunca volver a repetirse y esta lleno de adrenalina e incertidumbre.
- Me pregunto si alguna vez en mi vida haré de nuevo el amor con amor y sin temor.
Quiero tener una vide sexual plena, gratificante y frecuente, sin importar si estoy o no enamorada. Lo que sigue es definir el como, el cuando, el donde y el como del sexo casual. Hoy, empieza la exploración, los invito a acompañarme y a ver donde me lleva.
domingo, 16 de febrero de 2014
Deseo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario