jueves, 14 de octubre de 2010

Los paranóicos sobreviven,

Los paranóicos sobreviven. Precisamente por eso este post es anónimo. Para poder hablar libremente de mi curiosidad, opiniones y experiencias sexuales. La verdad es que lo que piense la gente de mi sexualidad me tiene sin cuidado. Pero muchas de las personas que amo profundamente son conservadoras, y se que no podrían escapar de sus opiniones morales para seguir queriendome como me quieren si conocieran mi faceta sexual, más en esta fase de experimentación.  De manera que llevo la fiesta en paz, sin hacer ruido y todos respiramos más traquilos.

Reconozco que es la ley del menor esfuerzo, que es hipócrita  y cobarde. Pero en mi defensa alego que hay  más, mi parte voyerista disfruta revelar sin ningún pudor lo que no revelaría en público,  es una forma de exibicionismo que no lastima a nadie. Por no hablar de esa sensación que da traspasar las fronteras de lo públicamente admisible, de compartir lo que nadie sabe, y nadie admite.


Pero de la sensualidad del secreto hablaré en otro momento, hoy me quiero centrar en los juicios morales. Cuando era adolescente en el primer piso de mi edificio vivía una niña muy querida, pero que tenía mala "fama" y recuerdo a muchachos que me querían diciendome que no siguiera hablándole, porque " yo no era como ella, y su compañía me perjudicaba."  En honor a la verdad nunca supe si ella era sexual mente activa o no, yo no lo era, y me alejé. No quería correr riesgos.

Lo increíble es que los juicios siguen siendo igual de duros 20 años después, no basta con ser bonita, inteligente, profesional hay que ser "buena", pícara pasa, pero honrada.

No me parece justo, ni correcto. pero así es

1 comentario:

  1. ¡Me vale! Teniendo, como tengo igual que tú, un blog bajo seudónimo para hablar de sexo, creo que mucha gente me ve y sabe que no soy una niñita llena de moralidades... se termina notando o no quiero taparlo...

    Cómo más influimos en esa sociedad si no es con la transparencia de nuestras actuaciones... no hay que andar contando todo, pero tampoco hay que andar participando de los tabúes de los demás... Yo siento que vine a este mundo a dar estas peleas, a confrontar a la gente con mi verdad. pf! ¡Me vale!

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