martes, 24 de agosto de 2010

El viento en la Isla

Su cuerpo muy cerca de mi, pero no me toca, esta parado a mi espalda, y solo siento sus labios calidos besando con suavidad mi cuello. Estoy ansiosa, su presencia lo llena todo. Mi cuerpo entero espera sus caricias. Me acerco a él, que se aleja y sigue besando mi cuello. Comprendo que esta muy cerca de ese lugar en mi nuca en que una sola caricia me lleva al borde de la explosión y cierro los ojos esperando esa caricia, pero el se detiene,  espero casi con dolor que continué, pero el esta safando la peineta que sujeta mi pelo que cae cubriendo ese lugar mágico que no descubrió. Decido que no esperaré a que adivine lo que quiero y me voltéo para besarlo. Me mira y sonrie. Comprendo que estoy a su merced, que mi deseo me domina, y que haremos solamente lo que él quiera. Así que bajo la cabeza y lo dejo hacer.

Coje mi cuello con sus dos manos y me besa los labios, desliza sus dedos por mi cuello sin dejar de besarme, siento que sus manos empiezan a desabotonar mi blusa, primero el pecho, luego los puños y finalmente me la quita. En ese momento comprendo que me va a quitar los jeans y me doy cuenta que no quiero que lo haga, nunca me ha gustado que me desnuden, me hace sentir como una niña pequeña, no como la mujer que quiere estar donde está, con quien está, viviendo el momento que vive. De manera que lo aparto y me quito los jeans, lo hago sin teatro, sin tratar de seducirlo. Simultáneamente me quito los zapatos, lo hago sin agacharme, empujando los talones con la punta del otro zapato. Me mira,  sonríe. De pronto soy  consciente de que no esto cuidando las imágenes, de que tal ves sea mejor ser esa mujer insinuante que se deja desnudar prenda a prenda o como mínimo se quita ella misma la ropa  con gracia, atenta a lo  visuales que son los hombres y les da un espectáculo digno de ser recordado. Pero el sonríe, y me doy cuenta que todo esta bien, y le devuelvo la sonrisa, agradecida.

Lo abrazo,  apoyo mi cabeza en su clavícula e inspiro, que bien huele!! halo su camisa fuera de sus pantalones y meto mis manos bajo la tela, siento la piel cálida de su abdomen, su torso velludo y sonrió para mi misma, que suerte tengo me digo. Que esté aquí, hoy, conmigo. Dejándome recorrerlo, y ver que cada cosa que descubro me gusta más que la anterior, que suerte tengo. Mientras pienso eso, entre los dos le hemos quitado la camisa, y rápidamente, en medio de caricias nos deshacemos del resto de la ropa.

Pienso que me encantaría tenerlo adentro de una sola vez, y luego, ya con las ansias satisfechas, recorrer su cuerpo despacio, hasta conocerlo todo. Así que trato de acelerar las cosas. Observo satisfecha que está  a punto, que en un par de segundos puede estar dentro de mi. Me hace esperar, me hace desearlo. Me pregunto como hará para mantener la cabeza clara, para seguir pensando, si yo solo puedo pensar en una sola cosa y no quiero esperar un solo minuto. Finalmente me complace. Y siento que de nuevo vivo. Cuando ya satisfecha lo abrazo y deslizo mis manos por su espalda húmeda. Siento que el mundo esta de nuevo en órden, y me siento capaz de quererlo como la primera vez, como si nunca me hubiera herido.

Finalmente se aparta. El aire se siente frío. M e recuesto bajo su hombro y lo acaricio suavemente. El esta relajado y medio dormido. Yo en cambio estoy completamente despierta y pienso. Pienso en la suerte de esta noche, en la dicha de tenerlo aquí.

No se si todo el mundo sea como yo, pero en noches como estas siento que cuando vivo momentos así, ajusto cuentas con la vida. Y el mundo seguirá su curso despues, afuera, por ahora estamos aquí y lo que pase despues no importa.

domingo, 22 de agosto de 2010

RETO # 1

Una noche, hace ya varios años, tenía en mis manos la oportunidad de hacer el amor, (no de tirar,  repito, de hacer el amor) con mi primer amor, al que deseaba muchisimo. Habíamos pasado la tarde juntos y besándonos, sin sexo porque estábamos en un grupo, pero luego los demás se fueron, y nos quedamos solos en su casa.  Fuimos a su cuarto, el se quitó la camisa, se veía perfecto, como un Dios, y me invito a darnos juntos una ducha, yo lo deseaba muchisimo, y así y todo, por bruta deje pasar la oportunidad. En esa época estaba envuelta en una relación formal con otro hombre, y aunque sabía que el noviazgo no llegaría a nada, el novio llevaba ya un par de meses tratando de casarse con migo y a mi me pudo la conciencia. Independientemente de lo deseable que encontraba a mi primer amor no  podía hacerle eso a un hombre que tenía, como diría mi abuelita: "intensiones honestas" y confiaba en mi.

Sobra decir que no ha pasado una sola semana en todos estos años en que recuerde la oportunidad que dejé pasar, sin querer cortarme la cabeza por estúpida.  Si fuera hombre habría habido sexo, los hombres son visuales, con ellos el asunto es claro: veo.. luego tiro. Les basta con ver para desear, y  no se detienen a pensar, cuando el radar ya ha encontrado un objetivo, estan de caza, y sus estandares son distintos a los nuestros, hay que ver las viejas que se las ponen durisimas... sorprendente pero real. 

Con nostras las cosas son distintas, el tema no es netamente visiual, pero como por las calles de la ciudad que vivo rara vez se ve caminar a un tipo como Coleen Farrell o Russel Crow, pues la verdad es que no importa mucho. Pero ya decidida al sexo casual y frecuente lo primero que hay que hacer es aprender a programar el radar. Solo estando atenta a las oportunidades es posible aprovecharlas.

Para poner este experimiento del sexo casual y frecuente a funcionar trataré de conseguir unas herramientas que no poseo, cada daquisición sera un reto.

RETO No 1: ENCENDER EL RADAR. o estar atenta a las oportunidades de conseguir encuentros sexuales placenteros.

jueves, 19 de agosto de 2010

Hicimos toda la maldita comedia.

Hicimos toda la maldita comedia... Hablamos un par de horas, nos tratamos con deferencia y cortesía... nos medimos con los ojos pero no nos tocamos...un par de horas de buen comportamiento... toda la maldita comedia. Luego nos besamos y lo que siguió fue sexo.. intenso, sensual y deshinibido... Pero es que ¿que más pueden hacer después de besarse apasionadamente dos adultos solteros que se desean y saben, porque lo hemos hecho muchas veces, que nos satisfacemos mutuamente? Irse a la cama.. eso es lo que se debe hacer.

Hace un par de días con una amiga soltera como yo, reflexionabamos sobre esa costumbre tan femenina de utilizar el sexo como un medio, de manera que el avance sexual se utiliza  para conseguir cosas: estabilidad, seguridad financiera... la ilusión de la exclusividad y la fidelidad. Si yo fuera así no hubiera permitido que nos fuéramos a la cama así, por amor al arte y sin ninguna promesa o compromiso. Pero como soy yo, no deje pasar la oportunidad.

No sabría decir si lo bese o me beso, pero sin duda alguna yo desabroché el primer botón, y el segundo, el me alcanzó de muy buena voluntad en el tercero y después solo hubo placer. Yo sabía, lo supe todo el tiempo, que el tiene novia, y no me importa... Si fuera la esposa... seguro retrocedo, pero tiene 42 años y una lista de novias muy larga...  también tiene otras cosas largas y cuando tengo esas cosas en mi boca ... bueno las prioridades cambian.

El sexo oral es a mi modo de ver lo más sexual del sexo, no es ese encuentro íntimo del coito en que el placer se compone de la suma de las partes, el rose del sexo en el vientre, el abrazo, el olor del otro, la fuerza contenida, las pausas que postergan el orgasmo, y los besos. Nada es más intimo que el beso de un amante que se toma su tiempo para besarme mientras sigue enterrado en mi cuerpo. Tampoco ese encuentro que por apasionado no deja de ser una expresión de amor entre dos enamorados. El sexo oral es el deseo impostergable e inconfundible de llenarse la boca de sexo de alguien que excita la mente y el cuerpo. Pasivo es igual de bueno.. y simultaneo es tan satisfactorio como el coito, pero con ese placer adicional que solo se consigue cuando el instinto y el deseo toman el mando y nada más importa.

Así que ahíta me levante de su cama, sonriendo y satisfecha, tranquila, sin ningún interés sentimental posterior, ni solicitudes, ni promesas. Pensando eso sí, que sería bueno poder tener 3 o 4 encuentros como ese al año. Y que debería encontrar la forma de mantener un contacto que me permita conseguir esos encuentros.

Al fin y al cabo se trata de conseguir algunas parejas sexuales que me permitan tener la vida sexual que quiero y ese hombre sería perfecto...

Solo que resulta que se siente culpable... Al fin y al cabo tiene novia.

sábado, 7 de agosto de 2010

¿Por qué casual y Frecuente?

Alguna vez leí que el duelo tiene 5 etapas: Negación, Ira, Negociación depreción y aceptación. Y la verdad es que despues de unos añitos de estar lidiando hombres uno atraviesa las 4 primeras etapas para finalmente aceptar que ellos solo piensan con la cabeza del Pipí. En ese momento el mundo cobra sentido y todo lo que uno no entendía empieza a parecer lógico y normal. Pero aceptarlo no es fácil.

No es que no crea en el amor romántico. Claro que creo, he estado enamorada y sin duda ha sido la mejor experiencia de mi vida, pero con dolor y todo hay que aceptar la realidad. Primero porque aceptarlos como son y quererlos así, es posiblemente el mejor regalo que podemos hacerles. Y segundo porque la verdad es que creo que en parte tienen razón, El sexo es importante, ¿porque privarnos del sexo?

Cuando salgo a la calle veo mujeres atractivas, exitosas, profesionales, económicamente independientes, con sentido del humor y sin una pareja estable. Yo siento que pertenezco a ese grupo, y pienso que aunque me encantaría enamorarme, formar una pareja e incluso una familia, no estoy dispuesta a conseguirlo a cualquier precio. Por eso ya empece a planear y provisionar los recursos para un futuro cómodo sola. En esa óptica de preveer y satisfacer mis necesidades futuras, las actuales salen también a relucir, y debo decir que la satisfacción sexual es una de esas necesidades, y que la idea de que solo puedo aspirar a la gratificación sexual cuando tengo una pareja estable me parece una forma de autocastigo que no merezco. Al igual que todos los hombres que conozco quiero tener una vide sexual plena, gratificante y frecuente, sin importar si estoy o no enamorada.

Despues de llegar a esa conclusión lo que sigue es definir el como, el cuando, el donde y el como del sexo casual. De manera que hoy, despues de tomar esta desición empieza la exploración, los invito a acompañarme y a ver donde me lleva.